Empezar un proyecto de construcción, ya sea una vivienda unifamiliar, un edificio o una rehabilitación, es una de esas decisiones que marcan un antes y un después. La ilusión suele estar presente desde el primer día, imaginar cómo será la casa, el negocio o el espacio que se va a levantar. Pero junto con la ilusión también aparecen las dudas, los números y, en ocasiones, los errores que pueden retrasar o encarecer el proyecto más de lo esperado.
Tras más de 20 años acompañando a promotores, familias y comunidades en proyectos de toda tipología, hemos visto cuáles son los fallos más frecuentes al iniciar una construcción. La buena noticia es que todos se pueden evitar con una correcta planificación y el asesoramiento adecuado.
En este artículo, te contamos cuáles son esos errores y qué hacer para que tu proyecto llegue a buen puerto.
9 errores comunes que debes evitar al iniciar un proyecto de construcción
1. No definir bien las necesidades desde el inicio
Muchas veces se empieza a construir sin tener claro qué se quiere realmente. Esto ocurre tanto en proyectos de particulares como en promotores profesionales. Cambiar de idea a mitad de la obra genera retrasos, sobrecostes y frustración.
Para evitarlo dedica tiempo a definir tus necesidades y expectativas antes de dar el primer paso. Piensa en el presente, pero también en el futuro: número de habitaciones, espacios de uso común, posibles ampliaciones, eficiencia energética, etc.
Un buen arquitecto técnico puede ayudarte a transformar esas ideas en un programa realista.
2. No ajustar el presupuesto a la realidad
El error más común: pensar que con un cálculo rápido de materiales y mano de obra ya está todo resuelto.
La realidad es que siempre surgen imprevistos, licencias, tasas y partidas que no se contemplaron al inicio.
Haz un presupuesto detallado y añade siempre un margen adicional (entre un 10% y un 15%) para imprevistos. Contar con un profesional que elabore un estudio económico realista es fundamental para no encontrarte con sorpresas.
3. Elegir a profesionales solo por precio
Buscar el presupuesto más barato puede ser tentador, pero en construcción lo barato suele salir caro. Materiales de baja calidad, falta de coordinación o poca experiencia pueden multiplicar los problemas.
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Prioriza la experiencia, la confianza y la transparencia. Pide referencias, revisa trabajos anteriores y asegúrate de que el equipo comparte tu visión. Un arquitecto técnico de confianza será tu aliado para controlar calidad, plazos y costes.
4. Olvidar los trámites y licencias
Hay quienes inician trabajos sin tener toda la documentación en regla, licencias de obra, permisos municipales, certificados energéticos… Esto puede suponer sanciones, paralización de la obra y, en el peor de los casos, tener que deshacer lo ya construido.
Antes de mover una sola piedra, revisa con tu técnico qué licencias necesitas y en qué plazos se tramitan. Adelantarte en este aspecto es clave para no perder tiempo ni dinero.
5. No tener en cuenta el terreno
El terreno es la base de todo proyecto. Muchas veces se compra sin un estudio previo del suelo y después aparecen problemas como humedades, movimientos de tierra inesperados o dificultades técnicas que encarecen la obra.
Realiza siempre un estudio geotécnico antes de empezar. Es una inversión pequeña comparada con el coste de solucionar problemas de cimentación a posteriori.
6. Cambiar de idea constantemente durante la obra
Uno de los mayores enemigos de un proyecto de construcción son las modificaciones de última hora, cambiar la distribución, pedir otros materiales o añadir espacios no previstos. Estos cambios generan retrasos y aumentan considerablemente el presupuesto.
Define un proyecto claro y cúmplelo. Si quieres cambios, procura que sean antes de que empiece la ejecución. Recuerda que cada modificación en obra cuesta más dinero y tiempo que si se hubiera planificado desde el inicio.
7. No pensar en el mantenimiento futuro
Muchos proyectos se diseñan solo pensando en la estética inicial y no en el uso real del espacio a lo largo de los años. Esto provoca costes de mantenimiento elevados o incomodidades en el día a día.
Apuesta por soluciones eficientes y materiales duraderos. Un arquitecto técnico puede orientarte en sistemas constructivos que no solo embellecen, sino que también reducen gastos a largo plazo.
8. Falta de comunicación con el equipo de obra
La construcción es un proceso en el que intervienen muchas personas: promotores, técnicos, albañiles, proveedores… Si no hay coordinación ni comunicación fluida, los errores se multiplican.
Mantén una comunicación constante con tu equipo técnico, que será el nexo entre todas las partes. Delega en él la dirección de la ejecución para que pueda supervisar y resolver imprevistos sobre la marcha.
9. No planificar los tiempos correctamente
Muchos proyectos empiezan con un calendario optimista que no contempla retrasos por clima, trámites administrativos o falta de materiales. El resultado son plazos incumplidos y nervios.
Establece un cronograma realista con margen para imprevistos. Confía en la experiencia del equipo técnico para definir tiempos que realmente se puedan cumplir.
En definitiva, iniciar un proyecto de construcción siempre implica emoción y expectativas, pero también exige planificación y rigor. Los errores más comunes, falta de definición, presupuestos poco realistas, elección equivocada de profesionales o licencias olvidadas, se repiten más de lo que pensamos.
La clave para evitarlos está en rodearte de un equipo técnico con experiencia, confiar en su asesoramiento y preparar bien cada paso antes de empezar.
Al final, cada proyecto es más que una obra: es un sueño que toma forma. Y no hay mayor satisfacción que verlo hecho realidad, sin sobresaltos y disfrutando del proceso tanto como del resultado.
Si quieres que seamos tu equipo de confianza para empezar con ese proyecto que tanto te ilusiona, ¡hablemos!